¿Qué pasa? Semanario independiente
año 10, número 510 · Madrid, 6 octubre 1973 · 20 páginas
Mañana será tarde
Por J. rodríguez Pérez (Párroco de Meirás - Ferrol)
1. Azote de la humanidad.—El comunismo promete divinizar al hombre: éste debe dejarse subordinar totalmente mediante una emancipación total: liberación de obediencia, autoridad, desigualdades sociales, poderes, tradiciones, propiedad, nobleza, mandamientos, ideas-preocupantes de otra vida, religión y, por supuesto, también de Dios.
2. Divinización del hombre.—Tal sistema, de extraordinario poder, cerebro del comunismo, obra incluso en nombre de la humanidad, y como haciendo el más necesario y mejor servicio: lucha por lo que el comunismo considera su objetivo, meta última y suprema de la humanidad, divinización del hombre. Esta obsesión del comunismo no le permite dar marcha atrás.
3. Empresa universal de conquista.—Con inteligente organización, el comunismo emprendió la conquista universal y a escala mundial: quien esto desconozca o ignore se expone a caer irremediablemente en las garras de esta fiera-azote de la humanidad.
4. Sin escrúpulos de ningún género.—en el modo de conseguir la emancipación total es criminal: se calumnia, se quema, se asesina, se hace desaparecer... Busca exterminar todo «poder» e incluso hacer desaparecer todo vestigio de un «poder» ya desaparecido.
6. Hay algo más profundo.—Se va incluso a la «autosubyugación», verdadero derrumbamiento sicológico, quedando el hombre dominado por servidumbre y esclavitud más que el vicioso por las pasiones, que todavía puede ver el bien, aunque siga el mal. Tal «autosubyugación» es el móvil informante también de los altos dirigentes, luchadores con su increíble, universal e inteligente potencial bélico por la soberanía suprema de la humanidad mediante la esclavitud total del hombre.
7. Progresar es dar un paso más.—Para el comunismo «progreso» no es mejoramiento, sino un paso más en este extenderse por la emancipación total del hombre y de los pueblos por el mundo entero, esclavizando, subyugando y a través de todos los estamentos humanos, acción emancipadora muy bien teledirigida desde la cumbre-cerebro comunista.
8. Todo le sirve.—Sabido, lo torcido: el ateísmo y materialismo de antaño, el modernismo de ayer; el progresismo de hoy: todo alaba y de todo se sirve: son buenos colaboradores.
9. Merece el comunismo la máxima distinción.—Aunque el comunismo no estuviera convencido de la meta que persigue, habría oue concederle la máxima distinción por su inteligente proceder, pues ningún camino hay ni puede haber más eficaz para destruir al hombre que ponerlo en el lugar de Dios.