¿Qué pasa? Semanario independiente
año 8, número 407 · Madrid, 16 octubre 1971 · 20 páginas
Organización y cohesión parroquial
Por Reverendo Sebastia Mozos
Es fácil criticar. La crítica se hace a todos los niveles de la vida. Los humanos están sujetos al error o faltas e imperfecciones. Siempre hay lugar a la dramatización en la critica, de linea optimista o pesimista. Respecto a organización y cohesión en una parroquia, podemos decir siempre que se podría hacer mejor y también peor. Nuestra parroquia se halla en una saludable condición espiritual y material. Pocas parroquias del tipo y dimensión de la nuestra podrán gozar de mejor situación. Respecto a sistemas de organización debemos decir que es más fácil destruir que construir. Nuestras organizaciones están operando muy bien. Si queremos que operen mejor no hay que hacerlo estableciendo otras, sino mejorando las existentes. La proliferación de organizaciones no es señal de sistema mejor. La buena voluntad de la gente, la fe y la caridad manifestadas en la vida diaria son la mejor segundad para el futuro. Grandes Estados y ejércitos se desmoronaron en el pasado. Hoy cierran escuelas católicas, fallan concilios parroquiales, fracasan grandes revistas, disminuyen congregaciones religiosas, se marchitan instituciones sociales y políticas y hasta la misma Iglesia Católica, que tiene la promesa de la permanencia, Padece confusión. Todo esto, a pesar de la organización y cohesión. ¿Qué nos dice todo esto? Que debemos ir al grano, a la buena voluntad de los hombres y a la fe del pueblo para revivir nuestra decadente sociedad. Jesucristo no intenó hacer de la Iglesia una competidora de las organizaciones humanas para alcanzar un paraíso material en la tierra. La Iglesia debe apuntar a la guerra espiritual para la eterna salvación. si cultivamos la fe, la buen voluntad y la caridad y «buscamos el reino de Dios y su justicia, lo demás se nos dará por añadidura».
Uvalde-Texas.